Invocar a la buena suerte intentando llamar la atención de la mala fortuna. Cuando se hace con un deseo realmente intenso, se suele acompañar del gesto de tocar un trozo de madera (para evitar la mala suerte), a veces con el dedo índice y meñique extendidos. Ejemplos: "Bueno, toquemos madera, a ver si la cosa no es tan mala como parece." // "No sé… Voy a tocar madera, a ver si me sale todo bien."